Estimulos en los estudiantes para el desarrollo de sus valores
El
valor del respeto entre estudiantes y maestros
Las conejitas que no
sabían respetar
Había una vez un conejo que se
llamaba Serapio. Él vivía en lo más alto de una montaña con sus nietas Serafina
y Séfora. Serapio era un conejo bueno y muy respetuoso con todos los
animales de la montaña y por ello lo apreciaban mucho. Pero sus nietas eran diferentes: no sabían lo que era el respeto
a los demás. Serapio siempre pedía disculpas por lo que ellas hacían.
Cada vez que ellas salían a pasear, Serafina se burlaba: 'Pero mira que
fea está esa oveja. Y mira la nariz del toro'. 'Sí, mira que feos son',
respondía Séfora delante de los otros animalitos. Y así se la pasaban
molestando a los demás, todos los días.
Un día, cansado el abuelo de la
mala conducta de sus nietas (que por más que les enseñaba, no se
corregían), se le ocurrió algo para hacerlas entender y les dijo: 'Vamos a
practicar un juego en donde cada una tendrá un cuaderno. En él escribirán la
palabra disculpas, cada vez que le falten el respeto a alguien. Ganará la que
escriba menos esa palabra'.
'Está bien abuelo, juguemos',
respondieron al mismo tiempo. Cuando Séfora le faltaba el respeto a alguien,
Serafina le hacía acordar del juego y hacía que escriba en su cuaderno la
palabra disculpas (porque así Séfora tendría más palabras y perdería el juego).
De igual forma Séfora le hacía acordar a Serafina cuando le faltaba el
respeto a alguien. Pasaron los días y hartas de escribir, las dos se pusieron a
conversar: '¿no sería mejor que ya no le faltemos el respeto a la gente? Así ya
no sería necesario pedir disculpas'.
Llegó el momento en que Serapio tuvo que felicitar a ambas porque ya no tenían quejas de
los vecinos. Les pidió a las conejitas que borraran poco a poco
todo lo escrito hasta que sus cuadernos quedaran como nuevos. Las conejitas se
sintieron muy tristes porque vieron que era imposible que las hojas del
cuaderno quedaran como antes. Se lo contaron al abuelo y él les dijo: 'Del
mismo modo queda el corazón de una persona a la que le faltamos el respeto.
Queda marcado y por más que pidamos disculpas, las huellas no
se borran por completo. Por eso recuerden debemos respetar a los demás
así como nos gustaría que nos respeten a nosotros'.
Preguntas de comprensión lectora
sobre el cuento
1. Responde 'V' si la afirmación es
Verdadera y 'F' si es Falsa:
- Serapio era el papá de Serafina y
Séfora
- Pedir disculpas lo soluciona todo y
por ello no es importante aprender a respetar
- Solo debemos respetar a nuestros
padres y maestros
- Debemos tratar a los demás como
quisiéramos que nos traten a nosotros
2. Describe a los personajes con
adjetivos:
- Serapio
- Serafina y Séfora
3. ¿Qué significa 'Respetar a los
demás'?
4. Recuerda alguna vez en que
sentiste que alguien te faltó el respeto (puede ser alguna vez en que alguien
se burló de ti por algo). ¿Cómo te sentiste en ese momento?
5. Subraya las palabras que no
conozcas, búscalas en un diccionario e intenta utilizarlas cuando converses con
tus papás y maestros.
Aplicando el valor del respeto
Los estudiantes:
Los maestros
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